lunes, 19 de septiembre de 2011

SEGURIDAD VIAL, COPAS DE MÁS y ESPERAS TELEFÓNICAS

El domingo de madrugada, a eso de las 7:30h, volvíamos a casa tras un pequeño viaje. Al salir de la autopista AP9 a la altura de Padrón e incorporarnos a la AG11 observamos como un Mercedes Benz plateado iba de lado a lado de la autovía como si de una bola de pinball se tratara. Fueron varios los adelantamientos temerarios que el piloto protagonizó obligando a los vehículos adelantados a apartarse hacia el arcén derecho, frenar, etc., con el fin de evitar la colisión. En un momento de tranquilidad por parte de borracho hijo de la gran puta que conducía el coche decidimos adelantarlo para quitárnoslo de encima aunque duró poco la alegría, pues fuimos adelantados por él en breve. En vista de las condiciones etílicas del conductor y de su actitud decidimos llamar al 062 ya que el hijoputa, además de ir borracho, iba a una velocidad de tres pares de cojones. En nuestro empeño por pillarle la matrícula tuvimos que ponernos a una velocidad que mejor no voy a decir pero hay que tenerlos muy gordos para ir con semejante borrachera y para colmo pisando el acelerador de esa manera esquivando los coches a merced de la fortuna. Pues como iba diciendo, llamamos al 062 para dar parte. Tardaron un huevo y parte del otro en cogernos el teléfono y una vez advertidos los Sres. Agentes nos pasan con Tráfico. Nueva espera telefónica, música de fondo y una señorita pregrabada pidiéndonos una extensión y diciendo que esperemos. Y eso hicimos, esperar y esperar mientras observábamos las maniobras del Mercedes intentando explicarnos como era posible que aún no se hubiese pegado el hostiazo contra otro coche. Según nos acercábamos a una zona de obras en la que nuestros dos carriles quedaban cerrados y la señalización nos obligaba a usar uno de los carriles pertenecientes al sentido contrario dijimos "de esta no sale", pero salió el hijoputa. Llegó un momento en el que ya solo lo veíamos a lo lejos, a unos 160km/h y de lado a lado de la autovía mientras seguía sonando la musiquilla de espera de la Guardia Civil. Al final lo perdimos de vista y llegamos a la salida que conecta con nuestro pueblo, total, que colgamos el teléfono y dejamos que la suerte acompañase al del Mercedes, pero especialmente al resto de conductores que iban a tener la puta desgracia de ser adelantados por semejante mamón.

Supongo que los Sres. Agentes de Tráfico estarían muy ocupados agachados tras algún arbusto, radar en mano, intentando cazar al del Mercedes por ir a una velocidad excesiva independientemente de la borrachera que llevase el mozo. Más vale multa en mano...

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