jueves, 15 de septiembre de 2011

Como robarle al pueblo. Estrategias contemporáneas. Tomo I.

En otros tiempos los políticos metían la mano en la caja y se lo llevaban crudo barajando un 50% de posibilidades de ser descubiertos a posteriori. No hay más que echar la vista atrás y recordar la españa Felipista de finales de los 80 y principios de los 90. Como dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra y aquí estamos hablando de superhombres y seres divinos a los que el concepto de humanidad se les queda pequeño -motivo por el cual comen marisco a diario, supongo-, han aprendido la lección y se han sacado de la manga nuevas e ingeniosas formas de meternos la mano en la cartera y además sonreir en la foto de prensa convencidos de que realizan un servicio hacia el pueblo. Ejemplos los tenemos a patadas y no creo que haga falta buscar en Google la cantidad ingente de subvenciones millonarias que se han venido dando durante los últimos años a empresas de hijos, cuñaos y amigotes. Tambien hay que decir que muchas de esas subvenciones se han dado de buena fe y sin mangoneo de por medio por parte de los políticos aunque desgraciadamente en algunas ocasiones ese dinero ha desaparecido una vez que al subvencionado en cuestión le ha caído en la saca. Se me vienen a la memoria tres empresas de Cádiz que recibieron catorce millones de euros y que ahora no aparecen por ninguna parte, ni los euros ni las empresas. Pero bueno, no he venido a hablar de algo tan simple como esto sino de como los políticos se ríen en nuestra cara y dilapidan millones de euros en cosas inútiles.

Hace unos meses se anunció la construcción de una autovía para unir las ciudades de Vigo y Pontevedra, algo que sin duda aliviará muchísimo el tráfico de la ya de por si tortuosa carretera general que une las dos ciudades. Hasta aquí podemos entender que es algo positivo incluso aunque nos vaya a costar 427 millones de euros.  Lo vergonzoso del tema es que en la actualidad ya existe una autopista de peaje AP-9 que cubre este recorrido y que circulará paralela a la nueva A-57, hecho ante el cual yo me pregunto: ¿...y no sería mucho más práctico y barato eliminar dicho peaje y aprovechar unas infraestructuras ya construídas y de sobra amortizadas? ¿Por qué vamos a gastarnos otros 427 millones de euros en la construcción de una autovía gratuíta que hará que la autopista de peaje ya existente se quede sin clientela, lo cual podría propiciar su gratuidad? ¿Por qué, para más cojones, vamos a dejar a tantas y tantas familias sin casa al expropiarles los terrenos sobre los que están construídas?

Pues muy sencillo señores: porque de esos once millones de euros solo se destinará una parte a la construcción de la autovía. El resto se pilla bajo cuerda en forma de comisión. Es lo que tiene la política, que te da el poder de adjudicarle las obras a la empresa que mayor comisión esté dispuesta a darte.

427 millones de euros son 71.046.822.000 de pesetas. Esto es España. No sabemos vivir de otra manera.

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